estaba desnuda y aterida casi pegada a la pared. parecía un cuadro o un rayón más de esos que pasan desapercibidos, ¿o lo era realmente? estaba con la garganta palpitante y un poco de fiebre, contrastándome con nada, contigo, con ella, conmigo. era un revoltijo de la verdad y la fantasía. éso era. éso soy. éso seré. éso circulaba en mi cabeza, y me encerraba dentro de una nube tóxica de diferentes tonalidades, de banalidades, de ambigüedades. ¿era yo? era lágrimas, era un círculo cerrado. pero también era sonrisas, también era alegría, era gratitud. era inevitable. era imposible.
hoy me visto de gris, me peino y bajo las escaleras. ayer y hoy, mañana. dándomelas de mártir, pero sin sufrimiento de peso, sin importancia. vacía como el hueco del mundo terrenal.