domingo, 27 de enero de 2008

rebotar mil veces

caer en lo absurdo parece ser parte inherente de la vida - y es que el ser humano es absurdo e irracional (ridículo, sin mayores miramientos), a pesar de que se las dé de superdotado -. nos enfrentamos ante lo inevitable, casi siempre creyendo que nuestros altos niveles de discordia no superan a los de concordia (cuando es completamente lo contrario). fallamos, fallamos, asegurando que vencimos. no, el ser humano jamás ha entendido algo.

es que en un clima de tantas irregularidades y banalidades, tal vez hasta pensamientos utópicos (como eso a lo que llaman felicidad) podrían llegar a asaltarnos, y nosotros ilusos (siempre irreverentes abrazados al anacronismo) aceptarlos como verdades absolutas, pero al siguiente instante - ya vueltos más susceptibles - caer nuevamente en la incertidumbre, al espacio entre la felicidad y la infelicidad, lo neutro e insípido.

qué importa, qué importa si parece imposible e idealista, si parece una puerta cerrada, una ventana opaca. deseo ser una loca sin remedio. deseo jamás creer que no puedo romper mi esfera, mi círculo tan maldito, mis esperas insensatas. deseo creer que vivir sí tiene sentido. deseo ser absurda... de pies a cabeza.

las fotografías se hacen invitaciones perfectas

quiero un macetero en mi ventana. una sonrisa radiante. un puente gigante. quiero viajar, viajar, viajar. las hojas rozando el cabello, los pies en el agua. quiero compañía, quiero arte.

miércoles, 23 de enero de 2008

estimados no-lectores, el cuaderno rojo está jugando a las escondidas, y lamentablemente no he podido encontrarlo. no se preocupe si está esperando alguna novedad acá, en cuanto aparezca regresará la vida a este pequeño espacio irrelevante :). por ahora, continuaré utilizándolo como bodega invisible (de todos modos desde un comienzo lo era, sólo que no invisible). mis saludos a cada uno de ustedes, y feliz no cumpleaños.