Ser un pan de dios, ícono de pureza e inocencia, con un diáfano toque de la tristeza más dulce. Hasta llegar a vivir a la capital nunca nadie me llamó dulce, ahora esa parece ser la palabra que mejor me define. Antes fui algo así como la muchacha intolerante y conservadora. Conservadora simplemente porque me negaba a vivir la sexualidad como un sencillo placer mundano y a ir a las discos a bailar un perreo chacalonero. Sí, para mí todo siempre debe ser MUY importante - digamos que de otra manera me aburre - y no, no soportaba las letras idiotizantes del reggaeton, por su concepto de género, por su pornografía literal y porque francamente, ni siquiera me provocaba ganas de moverme. La fortuna de vivir en la capital es que las minorías adquieren un número importante, entonces en vez de ser una que quiere bailar un poquito de the cure, joy division o genericamente música de los '80, ya tienes a miles. La dificultad de que alguien te conozca desde que eres niño es que recuerdan todos aquellos errores e impulsividades que cometiste y que ya ni te nacerían hacer, entonces no se percatan de que ¡hey! la gente cambia, podría ser actualmente la persona más tolerante oloverdegüorld pero para mis compañeritos seguiré siendo la niña que a los 15 años les apagó la radio. Ok, quizás no es para tanto, la gente tampoco es tan tonta, ¿cierto?
Llegando a la capital pude sentirme un poco más libre porque a absolutamente nadie le importaba si no usaba jeans y prefería las faldas, porque uff aquí hay miles y en las calles ves a gente con vestuarios inimaginables. Llegando a la capital me di cuenta de cómo me veía la gente. Para gran sorpresa mía, sucedió que los hombres me encontraban guapa, y para gran sorpresa mía la gente me describía como una muchacha muy relajada y dulce. Chuacata, y yo que creía que era una neurótica antipática depresiva. Como sea, tener esta imagen de dulzura provoca también diversos problemas. La gente puede creer que eres una mosquita muerta, sobre todo porque tengo la pena impregnada en mis maneras y tiendo a hablar con una expresión en mi rostro casi que de llanto (quizás esto sea una exageración fruto de mi odio al respecto). No soy una mosquita muerta, soy tímida, y me considero sincera y además soy de las personas que hablan y hablan en las asambleas arriesgandome a múltiples antipatías. Por otro lado, para el teatro, una persona dulce debe ser lo menos interesante de ver, te quieren ver despeinada, enrabiada, erotizada, etc. Y la verdad, aunque yo siempre pensé que era una persona que no solía sentir rabia, y que hasta le tenía cierto rechazo a ello, confieso que por la cresta que tengo rabia.rabia también porque en esta carrera maricona, todas tus dificultades tienen nada más ni menos que ver con tu personalidad, y por lo tanto con tu historia de vida (a veces pareciera que para la actuación lo mejor es ser lo más tonto posible, lo más competitivo, choro, alumbrado, y creer sobre todas las cosas que nadie te llega ni a los talones). de cierta manera esta carrera te lleva a amarte y a despreciarte al mismo tiempo (¿o eso sólo será una tendencia mía?)
No soy la porrista de las series gringas y no soy Sandy de Grease. Sí, a veces también digo garabatos y vulgaridades, a veces también quiero golpear a alguien, a veces también estoy caliente, a veces también siento envidia (en el fondo de mi ser hay una cucarachita que anhela que manu se rompa una pierna), a veces también deseo mal. Pero sí, en general trato de ser lo mejor persona posible como manda el camino del señor, pero soy atea, soy de izquierda (no representada) y si no le tiro piedras a los pacos es porque sé que el ladrón con corbata que está arriba manejando a estas marionetas va a estar feliz de que ni nos percatemos de que el sr. carabinero no es más que un ser humano consecuencia de sus circunstancias tal cual lo es el encapuchado. Pero sí tengo sueños de malicia y fantaseo con el asesinato de Angelini, Mattei y Luksic.
Y sí, alguna vez en el escenario voy a escupir, gritar, patalear, romper toda la utilería y el vestuario, y en vez de dirigir como siempre mi rabia hacia mí le voy a tirar al resto toda la caca del mundo :).
Y sí, alguna vez en el escenario voy a escupir, gritar, patalear, romper toda la utilería y el vestuario, y en vez de dirigir como siempre mi rabia hacia mí le voy a tirar al resto toda la caca del mundo :).
3 comentarios:
ja ja
el emoticón del final es buenísimo! (toda esa ira desatada rematada con esa "tierna" sonrisita)
Tenía opiniones serias para dar pero ese emoticón me ha desconcertado totalmente.
Saludos!
hablaré de mí opinión (porque es la única que tengo, JÁ)
:) jamás pensé que fueras una pseudomamonapandediosllenadetabú.
Y creo que todo quién te conoce, ve tras tus ojos mucho enigma. algo así como poco ruido y muchas nueces.
Siempre me pareciste una señora interesante, y te quiero mucho fernandita.
por lo mismo es bacán que estés siendo cada vez más tu. y los demás que se vayan a la chucha.
:)
arrebátate. siente. grita. enójate. haz el amor. enamórate. ríete.
sé feliz :) y los demás tendrán que entender que uno no tiene por qué andar hablando de ello todo el tiempo para demostrar al universo que lo hiciste parte de tu vida.
Yo me he dado cuenta, una vez que llegué a la capital y después de pelar mucho a esos que tu dices que creen que siempre serás la que apagaste la radio, porque todos éramos alguien. Yo fui la que lloraba mucho, la que le gustaba Harry Potter, la que no le duran los amigos, la gorda, mil weas. Pero cuando todos llegamos a la capital, cada uno fue único. Y todos cambiaron. Y nunca, pero nunca fuiste solo la que apagaste la radio, para mi eras la que me acompañabas a tomar un heladito, la que me hacía las mejores cartas -cuando las cartas eran lo que uno necesitaba de los amigos, y mil weas más. Pero sobre todo, siempre fuiste alguien que tenía algo que decir. Y que bueno que ahora lo digas. Como dice la soul por ahí, siente, grita, enamórate.. haz más que eso, porque ahora podemos hacerlo. AHORA es cuando decidimos dónde estar, y es tan pero tan peluo, porque nunca sabes si es ahí donde estás.
Te confesaré un secreto, justo ayer revisaba tus fotos de forma sicópata en facebook. Y siempre que lo hago pienso en lo chora que eres, de esas mujeres bacanes que uno cuando vieja dirá "yo la conocí". Siempre has sido la mujer guapa, la mujer tímida, la mujer fuerte, la mujer como la mamá de marry poppins, que siempre ha tenido algo que decir. Y me alegro mucho que lo digas.
Un día de estos, podríamos tomarnos una chelita, son años sin conversar. Y tal vez nos levemos bien, tal vez no. Pero la gente cambia. Y ahora somos peses volando en la tierra.
Publicar un comentario