aprender a superar la ausencia
superar la huida
estar sola
con el alma blanda y morada
aporreada por mí misma
(o por mirar por mí misma
esta jodida forma).
Pero yo no huyo,
soy demasiado cabeza dura,
de corazón obstinado,
y aunque no supero la ausencia
estoy aquí
a la espera,
con la ansiedad torturándome
siempre
sumisa y a merced
pasiva
toda mi existencia es una espera.
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