martes, 24 de febrero de 2009

un pez solo en su pecera se entristece y entonces basta ponerle un espejo y el pez vuelve a estar contento

1 comentario:

Ara Arias dijo...

me gustan los peces, me gustan las peceras.

yo soy como ese pez, aunque a veces me gustará tanto que el espejo se rompiera.

abrazos Feña :3