lunes, 23 de noviembre de 2020

la respuesta:

 y qué venís vo

a tratarme a mí de tonta culiá

cuando en vez de reparar el hoyo

te metís adentro

y te revolcai

no te dai cuenta que de tanto mirarme

y moverte aquí dentro

se está agrandando el agujero?

Tengo una pena honda.

A veces,

yo misma la miro y le pregunto

¿cómo fue que te cavaste tan honda?

Y la trato de tonta,

por haberse esforzado más de la cuenta.

¡No era para tanto!

Y sin embargo, el hoyo ya está hecho.

¿Cómo mierda lo lleno ahora?

Y miro al costado,

donde tiró todos los recuerdos

a un montoncito donde se ven como una masa amorfa,

pegajosa y oscura;

donde no es posible separar un recuerdo de otro, 

porque todas sus partes están repartidas

y las partes bonitas de uno

se mancharon con las partes feas de otro.

¿Cómo mierda entonces puedo llenar el hoyo?

Si intento meter esta masa amorfa

de vuelta al hoyo

ni siquiera cabría dentro.

Tengo que sumergirme en la masa

para separar lo bonito de lo feo

y meterlo de vuelta,

¿Puedo deshacerme de lo que no me gusta?

Parece que no,

se quedaría ahí

dando vueltas.

¿Es que a caso tengo que separar

y ordenarlo todo?


Siempre fui tan mala ordenando.


¡Pena tonta! 

-bah, qué tonta, ¡pena culiá!



jueves, 12 de noviembre de 2020

En unos días más es mi cumpleaños, y no he podido dejar de repasar el día que caminábamos en silencio, pero ardiendo en ira por seminario. Quizá fue de los momentos más intensos e íntimos que vivimos. En eso, algo tan simple como compartir un silencio, cargado de fuego interno.

Ese era el día anterior a mi cumpleaños, el día en que habían asesinado a Catrillanca.

No sé cómo fue que salimos de la casa después. Pero tomamos una micro, y nos pasamos. Cuando íbamos caminando por Matucana dieron las 12. Y aunque cierro los ojos y me esfuerzo y me esfuerzo no puedo recordar qué fue lo que hiciste. ¿Fue un grito? ¿Fue un aplauso? ¿Fue un abrazo al que respondí torpemente? Cuán escurridiza es la memoria. Pasé las 12 con quien fue mi amigo del alma, y a quien probablemente nunca le expresé concretamente mi afecto. Creo que me dio vergüenza, respondí torpemente y compartimos otra caminata, pero de esas alegres y risueñas que quisiera repetir todos los días como cuando vivíamos juntos.

Cómo recupero la liviandad que me hacías sentir?

 ¿cómo

una

se

reconcilia

con

un

muerto?


¿cómo

un

muerto

deja

de

ser

un

sustantivo

tan 


tan


tan


ajeno


frío


sin forma?


¿cómo

una

se

reconcilia

con

un

fantasma?


¿cómo

una

se

graba

un

momento

en

la

mente?


¿cómo

hacer

para 

evadir

la muerte

de/en

la muerte?