domingo, 26 de agosto de 2007

brete

todos teníamos el mismo nombre. todos caminabamos con escuetos pasos y adusta mirada. todos estábamos hechos de papel. de un papel amarillento y trémulo a la llegada del viento. éramos individuos inermes, indefensos ante el ultraje de aquellos estrábicos y desgarbados parásitos. vivíamos ateridos en las alturas, absortos en nuestra propia perfidia, pues todos cumplíamos la misma sentencia. la misma prístina sentencia dictada millones de años atrás, cuando sólo éramos parte de la melaza, cuando aún quedaba algún rastro del azúcar circulando en nuestras venas.

3 comentarios:

Pablo dijo...

No entiendo... tu vocabulario es demasiado elevado =(

hojita dijo...

es que no lo continué

Anónimo dijo...

lo hace a propósito para que sus no-lectores aparte de no leerles, no le entiendan :P saludines feñitz