sábado, 7 de agosto de 2010

yo tengo un amor de ultramar y brilla en la oscuridad

R

Algo mi corazón travieso ha malentendido durante mis dieciocho años de vida. Las películas de Disney me enseñaron un "y vivieron felices para siempre..." y me volví algo así como una adicta a la fantasía, y creí que el amor era uno sólo, era intenso e infinito. Pero la vida me mostró que a veces el amor y la amistad no funcionan. Sin embargo, creo en cierta eternidad dentro de todo esto. Me refiero a que cuando alguien deja una huella en ti, esta huella es infinita, se forman burbujas en las cuales seguimos haciendo los mismos juegos y seguimos sonriendo de la misma manera. Y quizá yo estoy loca pero no siento que vaya a amar a alguien más como te amo a ti, es posible que suceda, pero no quiero, me niego rotundamente.
Me cuesta mucho entender de manera sensitiva (porque cognitiva me parece lógica) la cantidad de palabrería cursi manoseada y prostituida que se dedica a uno y a otro, a una y a otra, interminablemente y siempre jurando un amor eterno, ¡¿quién puede tener seguridad de esto?! Y si es parte de una serie, esta de sobra decir que claramente no existió.
Me cuesta entender que las personas olviden a quienes llegaron a formar parte innegable de nosotros.
Me cuesta creer que algún día no voy a sentir tu respiración junto a la mía y se acabaran los días en que me quejo de tu mal humor y tu poco tacto, se acabaran los días en que me pides un abrazo y dices que quieres apretarme.
Es que me cuesta creer que algún día encontraré a otro. No sé Rafita, para mí tú eres el único.

2 comentarios:

Amavasya dijo...

La felicidad está en los pequeños detalles...
Creo que tú eres de las pocas personas que ha puesto realmente en práctica éste estilo de vivir (:
Realmente (aunque no puedo aplicarlo para mí) me alegra que haya gente buena que se merece cosas buenas y recibe como tal.
Te quiero Feñita & jamás dejes de amar :)

valiJosé dijo...

que cada siempre lleva
su hueso de jamás
que los jamases tienen
arrebatos de siempres

así
incansablemente
insobornablemente
entre siempre y jamás
fluye la vida insomne
pasan los grandes ojos
abiertos de la vida.