viernes, 27 de diciembre de 2013

la palabra danza me suena tan cursi

juguemos a hacer una danza de manos
y le hago cariño al viento
o a tus pestañas.

sábado, 21 de diciembre de 2013

contigonopuedosersincera

despierto en la mañana y veo la pared blanca. miro tu piel blanca y con un dedo juego a tocar los lunares en tu espalda. Mi mano queda a medio camino, no me atrevo a tocarlos por miedo a despertarte. No, a despertarte no: a desagradarte. Tus sábanas que no son blancas me dan calor. tus cortinas blancas no son suficientes para que la luz del sol no entre, y me veo obligada a mirar el techo blanco, las paredes blancas, los grabados sobre papel blanco, los afiches sobre papel blanco.
me aburro, me levanto y tomo una revistita feminista autogestionada con letras negras sobre papel blanco.
veo tus párpados cerrados y te escucho respirar.
y me quedo en blanco.
y me queda un vacío.
vuelvo a mirar tu espalda blanca y esa pielcita que te queda como sobrando que me dan ganas de tirar.
y me quedo en blanco.
y es un blanco frío.
es un blanco vacío.
nunca quiero dormir, porque no quiero que llegue la mañana.
(me ducho, me visto, tomo mis cosas, me despido. tú sigues durmiendo, tú no te inmutas. y lo único que siento es blanco.
y tú te ves completamente blanco.)

nada.
nada.
nada.
nada.
nada.

me miro las piernas. me toco las piernas. me giro. de guata. de espalda. de lado.
me duele el cuerpo.
me duele el blanco.
me aburre el blanco.
me desespera el blanco.
pienso en algo que decirte. abres los ojos y me quedo en blanco. me callo y te miro, te digo hola y ya no te miro. cierro los ojos, por un rato dejo de ver blanco. pero mi cuerpo entero está blanco. 
te levantas, te vistes, y sales por la puerta blanca.
y yo me giro, abro las piernas, me siento, me paro.
no me quiero ir, ni quiero estar aquí. quiero estar aquí, pero que no todo sea blanco.
quiero
que
me 
digas
que
quieres
que esté aquí.


dices algo ridículo, que me da vergüenza ajena. y me río un poco incómoda. pareces un niño. te pones los lentes, y te ves grande e inteligente. te ves lindo. enciendes el computador, redactas algo.
yo juego con la melódica.
no sé qué hago.
todo es tan amigable, tan liviano, tan poco importante, tan... blanco.
es como si realmente yo no estuviera
me fundo con el blanco.
blanca e inmóvil.

quiero
que
algo
pase.
algo azulvioletarojoverde.
algo oscuro con destellos de colores



no me atrevo a mirarte a los ojos.
y cuando quiero mirarte tú no estás.

la noche esconde el  blanco. la música, tu lámpara verde.
a veces te ves plateado. a veces somos plateados.

pero ya es de día.
y
no.
tú no. yo no. 
no.
no te encuentro.

abro la boca y todo lo que sale de ella es blanco.

a veces hay personas muy bonitas por aquí

hay una muchacha de colores y caminar distraído rondando por los pasillos.
muchachita de ojos risueños.
y pecas
algunas pecas
¿o hartas pecas coquetas?

me tambaleo un poco, me siento un poco tonta y torpe. un poco, casi nada. mucho.


domingo, 29 de septiembre de 2013

cuando aprendamos a amar desaparecerá la explotación. cuando aprendamos a amar, dejaremos de hacerle daño al planeta, dejaremos de ver a los animales como objetos. formas distintas de explotación que nacen a partir de la falta (por cursi que suene) de amor.

(hola, me creo jesús)

martes, 17 de septiembre de 2013

continuando con mi no-entendimiento del vocablo amor

estoy leyendo un texto de humberto maturana, y quizá podría decir lo sgte:
no nos amamos, pues negamos al otro.
si busco que el otro cambie, si lo someto a estas exigencias, estoy negándolo, no estoy aceptándolo como un legítimo otro en la convivencia.
¿quizás?

"En el deseo de control se constituye la ceguera ante el otro o lo oto, y ante sí mismo que no me permite ver las posibilidades de convivencia"
"Obedecemos cuando hacemos lo que otro nos exige en circunstancia de que no querríamos hacerlo. Por esto el que obedece se niega a sí mismo al obedecer, y niega al que manda porque no acepta espontáneamente la validez de lo que éste le pide. A su vez, el que manda niega al que obedece porque le exige que haga lo que éste no quiere hacer, y se niega a sí mismo porque se cree merecedor de la obediencia del otro."

no todo es tan extremo, hay un poco de esto, y hay un poco de amor de verdad, desbandado, iluso, hermoso.

domingo, 15 de septiembre de 2013

los amores cobardes

He estado evitando el momento de escribirte, quizás porque he estado evitando el momento de pensarte. No sé bien qué escribir porque no sé bien qué pienso ni siento. Hay algo rígido en mí y quizá muy asustado, porque no me atrevo a mirarte realmente, no me atrevo a que te me acerques realmente. Cuando siento tu piel o veo tu sonrisita, me sube un calorcito y tengo la necesidad de abrazarte. Pero quizá no quiero abrazarte más. Quizá no tengo mucho que escribirte porque he evitado pensar en que esto talvez no funcionó, que vamos para lados distintos, y que no vamos a envejecer juntos. No quiero pensar en eso, no quiero dimensionarlo, ni quiero tenerte aquí de nuevo, no quiero tenerte aquí cerca porque no quiero enfrentarme a esa realidad. No quiero enfrentarme a que somos los mismos, que no podemos renovar esto, y enfrentar el hecho de que de verdad no voy a poder besarte cada uno de los dedos, y que ya no tenemos sueños en conjunto. ¿Sueñas aún conmigo? ¿Qué sueñas conmigo? ¿Hay algo que podemos esperar de un futuro? ¿Hay algo en este presente?

Me han dicho que tengo que verte y decirte todo lo que no te he dicho. Pero la verdad no sé qué es eso. Que no quiero volver contigo, que estoy feliz solita, que a veces me da pena, pero que me siento libre. Que me gusta que seas dulce conmigo, pero que eso es tan inestable. Contigo siento que siempre tengo que andar como pisando huevos, porque en cualquier momento hago algo que te molesta o "la cago", y eso me angustia, me coarta. Que echo de menos nuestros primeros días, que echo de menos esa sensación y esa certeza de haber encontrado al amor de mi vida. Que a veces no puedo acordarme qué hacíamos cuando estábamos juntos. Que me dan muchas ganas de que estés aquí en La Serena y poder dormir contigo al lado, aunque ya no sé qué es eso. Ya no sé qué es nada. Ya no sé qué somos, ni que fuimos. No entiendo ni siquiera el amor. ¿Qué cresta es amar?


Me pregunto si tengo rabia. Podría decir que me desechaste, que yo no cabía en tus planes ni en tus tiempos. Que es más sano para ti tener tu fin de semana para estar solo en tu casa y ensayar con tu banda, que compartir ese tiempo conmigo. No, no lo juzgo, lo entiendo incluso. Lo que sí me da rabia es que tú esperes que yo me acomode a ti, que no estudie cuando tengo que estudiar porque "ahora sí" puedes ir al cine (y que no seas capaz de esperarme), que no me quede a carretear con mis amigos porque "ahora sí puedes ir al cine" y que tú no llegues a mi casa en la noche porque "no has comido". Me miras con cara de pena como si yo te estuviera arruinando todas esas esperanzas y esas ganas, que tan fuertes no creo que sean si finalmente no estás dispuesto a moverte.

Pienso que no me amas. Que lo que tú haces no es amarme. Porque no estás dispuesto a modificarte. Que no te interesa tocarme la mano y darte el tiempo de amar mi mano, de realmente tocar mi espalda y amar mi espalda. Porque el amor no es tan simple, no es de cómodos ni cobardes.


no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas no me amas


no entiendo

NADA

domingo, 18 de agosto de 2013

(4:48)

Algunas veces me giro y me llega tu olor y no consigo avanzar joder no consigo avanzar sin sentir este puto terrible tremendo físicamente doloroso este puto deseo que tengo de ti. Y no creo que yo sienta esto por ti y tú no sientas nada.
¿No sientes nada?
(Silencio).
¿No sientes nada?
(Silencio).
Y salgo a las seis de la mañana y empiezo a buscarte. Si he soñado algo sobre una calle o un bar o una estación voy allí. Y te espero.
(Silencio).
Sabes, me siento verdaderamente manipulada.
(Silencio).
En mi vida no he tenido nunca problemas en dar a los demás lo que querían. Pero ninguno ha sido nunca capaz de hacer lo mismo por mí. Nadie me toca, nadie se me acerca. Pero tú me has tocado en un sitio tan profundo, joder, que es increíble y ahora yo no consigo hacer lo mismo contigo. Porque no consigo encontrarte.

jueves, 8 de agosto de 2013

para tres muchachas distintas

La última inocencia

Partir
en cuerpo y alma
partir.

Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.

He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más fila para morir.

He de partir

Pero arremete ¡viajera!


(Alejandra Pizarnik)

miércoles, 7 de agosto de 2013

no sé cómo decirlo porque es algo que no se dice

nos acostumbramos a vivir bajo esta capa cotidiana que llamamos realidad. en un principio descubrimos ese secreto, tú y yo lo despedazamos todo para entregarnos. luego viene la lejanía. pocas veces hablamos de verdad.

debajo de toda esta mentira, de esta forma, de estos dramas, hay una sustancia azulada que vibra por ti.

pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde filoso de la noche.

ya olvidé lo que (te) iba a escribir.
era algo bonito.
y era nuestro.
¿o sólo era mío?

tengo un poquito de nostalgia

inevitablemente algo falta. algo se esconde. y ahora que estoy más cerca, menos lo adivino. 
yo estaba tímida y estábamos distantes, pero a veces, a ratos, unas miradas hacían entender un mundo. quizá fue sólo ilusión pero estoy segura de que existe algo. y aunque ese algo no está guardado para mí, tu amiga, me gustaría verlo un poquito. ¿puede ser?

o es que ya no somos los mismos
o es que soy una intrusa


martes, 6 de agosto de 2013

He comenzado a estudiar al señor Artaud. Me encanta estar estudiándolo y hacer todo esto en tiempo presente. No sé cómo vayan a ser los resultados, pero en este momento tengo involucrada una parte de mí, un recuerdo de una capa que no he querido mirar más, pero que después de todo, le tengo cariño. Le tengo cariño a esa Fernanda, a pesar de que cuando yo era ella, la odiaba. Así, algo propio, íntimo, está sumergiéndose y envolviéndose con la imagen del joven Antonin, y con mucho amor, y con aquella necesidad que me trajo a la búsqueda de actuar, estudio. No sólo a él, sino a tantos otros que simplemente no pudieron soportar esta vida jodida. Me (re)encuentro entonces con Alejandra Pizarnik, y me dan ganas de dejar constancia de su poesía en cualquier rincón de mi habitación. Este blog (que conoció a aquella Fernanda de la que antes hablé), es también parte de mi habitación. Un cajoncito. Con la curiosidad que me provoca que ella reaparezca ahora, luego de haberla conocido en mis primeros tanteos de este mundo que quizá aún no se me abre, dejo sus palabras.



Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos

miércoles, 31 de julio de 2013

me quedé con tu cepillo de dientes en el baño, tu pijama en mi cajón, el cereal que compré para ti en la cocina.
pero sobretodo me quedé con imágenes, sonidos, con el recuerdo de olores y tu piel al tacto. me quedé con un calorcito que duele un poco en el pecho, pero que también me acaricia el cuello y las mejillas.


siempre creí que al salir de la escuela íbamos a ser el mejor dúo, una pareja que trabaja juntos y que se complementa perfecto. pensé que íbamos a estar enamorados hasta las patas como quinceañeros incluso a los cuarenta, cincuenta, sesenta.
me imaginé la cotidianeidad contigo. tú en el computador o tocando guitarra, yo creyéndome artesana o acompañándote cantando. pensaba mucho cómo sería vivir juntos... y lo pintaba de la manera ideal. pero en lo concreto, no habría sido tan perfecto. probablemente tú no habrías querido cocinar, y habríamos tenido problemas porque comemos cosas distintas. quizá te habría estresado mi desorden. probablemente habría estado feliz con la cotidianeidad por un rato, pero después habría querido hacer cosas distintas en las que tú no me acompañarías (y está bien, ¿por qué tengo que juzgarte por eso?) y eso me frustraría. tú habrías querido estar tranquilo en la casa, y yo habría querido viajar. tú habrías querido que yo tocase el piano, pero yo tengo un bloqueo y un dolor muy grande por esa zona. uno sueña algo y espera que el otro lo comparta, pero a veces no es así: el otro no es una copia de uno, de ahí que es algo tan bonito. pero es un arma de doble filo cuando acaba distanciando a dos seres.
supongo que no me importaba todo eso, con tal de poder tocarte la guatita y sentirte el cuello con la punta de la nariz al momento de dormir. porque creo que no hay sensación más maravillosa que ésa. 
porque eres tú. porque somos nosotros. porque tenemos el mismo lenguaje. y es como si nos combináramos cuando nuestras pieles se tocan.

como diría Artaud, no está demostrado que no exista un lenguaje superior al de las palabras.
 

bastaría que tú y yo nos mirásemos a los ojos.

como hoy. 

desde el umbral de la puerta ya lo sabía.
me bastó mirarte para saber que ese futuro no es nuestro presente, 


y el presente es lo único que tenemos.

adiós, pajarito.
te amo

como una loca.

(había sido tan optimista que cuando iba en camino me iba poniendo cada vez más alegre. incluso llevaba en mi mochila todo para quedarme allá)



lunes, 22 de julio de 2013


Considerando las características físicas y psicológicas que más se repiten entre los especímenes de ambos sexos, se constituye una idea de mujer y de hombre. Pero esta idea, no es más que una generalidad, no es un ideal, una totalidad, ni una imagen de la perfección, sólo una generalidad. Nadie es capaz de calzar en un 100% con este molde, siempre existe alguna característica que escapa (¡qué aburrido sería si no!). Es por eso que existen los conceptos de femenino y masculino (de lo contrario simplemente se hablaría de hombre y de mujer), haciendo alusión a esta mujer y a este hombre concretamente inexistentes.
El gran error consiste en ser tan básico para creer que aquella es la naturaleza y así debiera ser un hombre o una mujer.
Hoy en día se han extrapolado estas características y ya no sabemos qué es primero, qué características nacen de una naturaleza y cuáles simplemente son una invención de la cultura. El huevo o la gallina. A alguien se le tiene que haberse ocurrido que el rosado era para niñas. Cuál será el impulso natural es algo que siempre me cuestiono. Pero de todos modos, ¿qué importa? Aún así, esa naturaleza, al tratar de explicármela, tendría que acotarla a una generalidad, siendo que lo hermoso precisamente de la vida es la diversidad. E insisto, ¿qué importa? Si vivimos en sociedad, si queremos jugar a la civilización, juguémoslo con todo.
Hace un tiempo, conversando respecto a los piropos que comúnmente recibimos en la calle desde que teníamos más o menos 11 años, respecto a cómo nuestra belleza es un asunto público, respecto a cómo un hombre se siente en el total derecho a opinar sobre tu culo y tus tetas, a mirarte lascivamente desnudándote con su imaginación (y esto hacerlo a una distancia que supera el límite establecido), "tenís buenas piernas, pero te cortaría la cabeza", "te partiría en dos", y una serie de frases dignas de un violador o asesino en serie; una profesora nos comentó que finalmente los hombres eran instintivos, era su naturaleza. Y nos quedamos calladas. Sí, puede ser. El perro sigue a la perra baboso, e insiste e insiste, a pesar de que ella no está ni ahí. Es verdad. Pero ¿no que supuestamente el ser humano se diferencia del resto de los animales por su capacidad de razonar? Realmente, si usted quiere vivir de su instinto, y acosar mujeres, váyase a vivir a las cavernas, váyase a cazar con sus propias manos los animales que va a comer, acepte que cada niño que nace con malformaciones o problemas morirá. En serio, váyase a vivir a las cavernas. Porque ya no vivimos así, porque ya formamos una civilización compleja, y creamos ideas, y creamos conceptos, y entendemos que nuestras libertades se terminan cuando empiezan los derechos del otro. Entonces, ¿por qué usted cree que porque es "su naturaleza" puede pasarme a llevar a mí? ¿decidir acerca de si soy bonita y no soy bonita? No, si vamos a jugar a la civilización, juguemoslo en serio, y no sólo cuando nos sea conveniente. Que el ser humano conecte con su naturaleza, suena bien, suena bonito, siempre y cuando no implique pasar por encima de otro.
Cuál es la causa de cada cosa no importa mucho, el tema es: esta es la situación, lo pasamos pésimo, qué hacemos. Punto.
Que cada quien pueda decidir su vida sin un prejuicio social de por medio. Y listo.

sábado, 20 de julio de 2013

carta que espero que vuele a tu árbol

Alguna vez mi madre dijo que los seres humanos somos círculos cerrados. en aquella frase vi condensada toda mi soledad y toda mi frustración. aquella, una condición del ser humano, eclipsaba mis deseos más fuertes. arribé a la capital por porfía, aún en mi desesperanza algo en mí se rehusaba a creer en aquella condena, porque simplemente no podía vivir así. decidí estudiar teatro por necesidad. tenía que sacarme lo que llevaba dentro, tenía que poder gritar de desesperación alguna vez. llegué a estudiar teatro buscando libertad, buscando unión: yo deseaba, con todas mis fuerzas, romper ese círculo. para no estar tan sola, para no estar tan triste.
Hoy, recién hoy, caí en la cuenta, de que ese círculo está roto. Y aunque el teatro me ha ayudado mucho (como también me ha aporreado), no fue obra suya. 
Fuiste tú. 
Contigo me convertí en una agüita mansa que te recubre y te explora y que te deja nadar dentro mío. Contigo desapareció ese espacio rígido y ya no me siento sola, ni atrapada.Hoy no somos novios, pero mi corazoncito te pertenece. Hoy no somos novios, y aunque en este momento ambos tengamos que aprender a estar solos (incluso si eso implica que salga con algún otro)... a ti te amo, sólo a ti. Eres la persona con la que quiero compartir mi vida. Y aunque suene cursi, viniste a cambiarlo todo, viniste a cambiarme a mí y ayudarme a ser cada día un poco más libre.

lunes, 8 de julio de 2013

me cuestiono

si busco la palabra autoestima en pinterest, casi todas las imágenes están relacionadas con la mujer.
si busco la palabra ansiedad, también la mayoría se relacionan con mujeres (o con dietas)

por lo tanto,
es pinterest una página dirigida más que nada a mujeres, o
es más común en mujeres estos problemas, o
las mujeres reconocen más (son más conscientes de) que tienen problemas de autoestima o ansiedad

quien sabe

ah
y si busco la palabra estrés, creo que es más miti-mota, o quizá gana el hombre por su pinta de oficina. ahora, pienso lo sgte:
estrés se vincula a trabajo
trabajo se vincula a hombre?
¿más imágenes que promueven que uno identifique con trabajo básicamente al hombre?

soy muy rebuscada, exagerada, grave, etc?

quien sabe

viernes, 26 de abril de 2013

Tengo un blog. Algún día se me ocurrió crear un blog, más como una especie de diario de vida, de confesionario que como un lugar donde escribiría cuentos, ficción, notas, etc. La verdad por pura necesidad de ordenar las ideas y sacármelas, vomitarlas, aplastarlas, amasarlas. Y supongo que también esperando que alguien sintiera como yo. La ficción también existe, aunque ficción y realidad tienden a juntarse y generar una mezcolanza (o una majamama en habla popular jaja) indisoluble.
Hoy me encuentro en una situación en que no me encuentro y en esta búsqueda quiero volver a escribir. Supongo que de lo que más quiero escribir es sobre el teatro, el mundillo que rodea la escuela, la elite del arte... aunque finalmente todo es parte de un mismo gran sistema, y como tal, obedece a las mismas reglas: la competencia, el individualismo, el egoísmo.
El teatro en sí no tiene por qué ser así. Eso es por lo menos lo que quiero creer. La sociedad funciona de esta manera, el ser humano ha funcionado así. ¿Es esta realmente su naturaleza? Eso es algo que me rehúso tajantemente a creer.
Quizá lo que más me ha dolido entrando a este lugar es que me ido percatando de mis propios malos sentimientos. La envidia, por ejemplo. Al final todas estas cosas aparecen porque somos unos inseguros de mierda, miedosos, etc, etc.
Hay algo tan podrido en esta forma de vivir, de percibir el mundo, de relacionarnos unos con otros. Un culto al sacrificio y al sufrimiento, una competencia por quien es el que duerme menos y el que sacrifica más sus comidas en pos de un objetivo mayor: ser un profesional. No sé a quién se le habrá ocurrido llamar a los estudios universitarios carreras (uno de los más grandes idiotas de la historia), pero el caso es que funcionan con la misma dinámica de éstas: no podemos caernos, debemos ser los primeros, todo tiene que ser muy rápido. La vida así se nos pasa rápido, y nos parece natural vivir angustiados y estresados, pero ¡no lo es! El cuerpo se enferma, somatiza. ¿Qué ejemplo más claro de lo absurdo que es vivir así? ¡Y podemos vivir de otro modo!
¿Cómo cresta se puede escapar de este ritmo y forma que tenemos tan metida en la cabeza hasta en los lugares más inconscientes?
Me siento enferma. Odio al mundo, a las personas y me odio a mí misma. Le tengo miedo a todo. Lloro por cualquier cosa y lo único que quiero es ser libre.
(empezarcambiandoelenfoque)

sábado, 26 de enero de 2013

a aquél amigo que siempre fue un extraño

volvimos a coincidir en esta vida como dos pasajeros que tomaron una misma micro. 
pero yo ya no era la muchacha absorta mirando a través del cristal. y tú ya no tenías el mismo aspecto desordenado. parecías lleno de ideas, limpio y sano... y triste. te habías enamorado. quizás ya no eras el jovencito liviano con el que me había topado tiempo atrás.
volvimos a coincidir en esta vida, pero esta vez no fue casualidad. 
tú, un pasajero en busca de una micro que te llevase a la calma, tomaste ésa en la que sabías que ibas a encontrarme, y yo me quedé mirándote asombrada. llegaste a acercarte a mi asiento, y casi repitiendo una rutina, intercambiamos miradas curiosas, buscando talvez algo en el otro, pero ¿qué era lo que buscabas tú? 
al fin cruzaríamos la frontera de ser dos desconocidos. esta vez no íbamos a jugar. 
ahora tengo algo gastado dentro de mí porque contigo todo es incierto.
no creí que fuese a coincidir nuevamente en esta vida contigo. pensé que esta vez te quedarías, que de vez en cuando nos sentaríamos juntos. pero te miro y sé que te bajarás, que te gusta la ausencia, y ese estilo tan tuyo de libertad en el que yo no sé cómo actuar. entonces soy yo quien se levanta, aunque me duelan las piernas de pena. cruzo el pasillo y toco el botón para que la micro se detenga, porque no quiero ver como te bajas primero. porque quizá no es que prefieras los espacios vacíos, pero ese es el juego que te gustar jugar conmigo, y yo no sé jugar.
y yo no sé quien eres.
y tú no sabes quien soy.
ni de qué va este juego.